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HIDRATACIÓN Y CONSUMO DE PROBIÓTICOS REDUCEN SÍNTOMAS
Dieta baja en magnesio se asocia a la ansiedad
La ansiedad puede afectar diversos aspectos de la vida cotidiana, siendo uno de ellos es la alimentación, que puede sufrir muchas modificaciones que son poco saludables y que finalmente pueden contribuir a generar aún más ansiedad.
El círculo vicioso que se produce entre la ansiedad y alimentarse de forma incorrecta puede ser modificado haciendo pequeños cambios en los hábitos, como eligiendo productos que contribuyen a mejorar el estado anímico, hidratándose de forma correcta y comiendo en los horarios correspondientes.
Según explica María Fernanda Jara, nutricionista de Daily Foods, no sólo con estos cambios se puede satisfacer la ansiedad, sino que es importante tener horarios establecidos para cada comida y no dejar pasar las colaciones. “No sólo nuestra alimentación puede afectar nuestro ánimo sino que también cuando comemos durante el día. Saltarse comidas puede aumentar la sensación de ansiedad”, afirma.
Ante la interrogante sobre qué debe comer alguien que pasa por un periodo ansioso, Jara especifica que los ácidos grasos, omega 3 y probióticos son muy buenas alternativas. “El omega 3 funciona mucho porque es muy importante para el funcionamiento del cerebro. Los probióticos ayudan a producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina”, menciona.
Asimismo, la especialista también entrega como consejo el consumo de agua y de magnesio. “La deshidratación leve puede afectar nuestro ánimo, por lo tanto es relevante tomar agua. La dieta baja en magnesio se asocia a un comportamiento ansioso”, añade.
De igual forma, la nutricionista también recomienda el consumo de vitamina B, té de hierbas, antioxidantes y triptófano (aminoácido) para síntomas de ansiedad.